lunes, 31 de enero de 2011

y 9.

Y ya están colocadas las nueve mesas panorámicas del geosendero de la Pizarrilla; y recién estrenadas por un grupo de aproximádamente 50 personas del suroeste de la provincia de Ciudad Real, del Valle de Alcudia, que, tras una primera y reducida incursión, ha vuelto y promete seguir viniendo y difundiendo la iniciativa. Ya sólo nos queda el folleto promocional que, si las cosas vienen bien, vendrá acompañado de una guía didáctica; el tiempo dirá.



viernes, 28 de enero de 2011

Un libro de cosas menudas

Ya está en imprenta un pequeño librito, poco más de 100 pagínas, que dará apoyo y un poquito más de contenido, del de llevar, a nuestro Museo de Territorio. Como su nombre dice, son unas cuantas historias de lo menudo, de lo de andar a diario, de la historia real que han ido y van haciendo, día a día, nuestras gentes.

De norias, huertas, toros, esperas, torrucas, olivares,... y también de barquillos que navegan con las últimas aguas del verano nos hablan estas páginas escritas por unos cuantos bañuscos que quieren a este pueblo y que ha sido su deseo dejar ese cariño en negro sobre blanco, como diría el bueno de doe: Manolo Villarejo, Manolo Villén alias Rayón, el propio doe, que no es otro que José Adolfo Estepa, Manuel Sampedro y un servidor aunados en un intento de legar nuestros cuentos. Los textos y la propia portada tienen el honor de contar con el apoyo de unas excelentes viñetas realizadas en su día por Paco Nájera para el Museo del Territorio y un pequeño texto extraido de diversas fuentes como las Ordenanzas Municipales de Baños de la Encina (1742) o el Catastro del Marqués de Ensenada. ¡Qué disfruten!

miércoles, 26 de enero de 2011

Colocadas las primeras mesas de interpretación del Geosendero (Baños de la Encina)

Las cinco primeras, cuatro a lo largo del Camino de la Cueva de la Mona y uno en la Huerta Zambrana; el viernes las cuatro restantes (para dos, ya me faltaba luz).




El Geosendero en el I Congreso "El Patrimonio Cultural y Natural como motor de desarrollo"

Póster y resumen en el Libro de Comunicaciones; ¡ah! y gracias a Ani y a Susana por las fotografías, una pena no poder poner el nombre de las autoras en el póster, que sí irán en el folleto desplegable en curso.


lunes, 24 de enero de 2011

Verea de las aguas a Peñalosa 2

La calzada pétrea, preñada en oscuro pretérito, que igual mece sus ancestros entre romanos como en medievos, discurre escoltada entre nuevas eras de pan trillar y un bardal de pizarra que nos aleja de manera decidida de la vera del castillo. Las piedras, en un atrevido giro a la derecha, caen sumisas bajo el asfalto de la modernidad dando paso a un ancho escenario mecido entre casicas y muros, norias y albercas, toda una sucesión de herrumbrosas huertas que han sucumbido ante la arrolladora trama de olivos hilvanados en perfecta formación. Espontáneamente nos sale al paso algún quejumbroso y caduco granado que testimonia lo que en tiempos sus tierras fueran. El camino se encorseta hasta achucharnos a la boca de un estrecho y coqueto puente que oculta sus piedras entre la maleza, el olvido y un asfalto polvoriento.






A poco, el camino deja el alquitrán y nos asoma a una explanada desolada que mantiene intactos retazos de su trágica historia; al frente, antes de dar paso a la loma que se aleja entre olivares, el llano cierra entre eucaliptos colosales que en las noches de viento se aprietan entre crujidos fantasmales. El conjunto vegetal es digno del apelativo de “monumento natural”.


La llanura que nos enfrenta es la mudanza de una vieja laguna que ha ido perdiendo sus atributos bajo las tierras que la zanja del llano, la que orienta todas las aguas de la vasta llanura de la Campiñuela hacía la cuenca del Rumblar, ha ido depositando en su cubeta. La riqueza hídrica de estos suelos, no en vano el nombre del paraje susurra aguas “Los Charcones”, dio posada a pastores trashumantes, como así atestiguan los pozos y piletas de descansadero de ganados que pugnan por asomar a la existencia entre lodos secos; y cobijo a hortelanos que, en retroceso las mesnadas merinas, avanzan fuera de los pétreos muros que cercan sus verdes dominios. Entre los anchos eucaliptos, nuestra verea da un giro brusco a la derecha, abandonando huertas de cangilones varados, para seguir la cadencia de las aguas del arroyo en busca del Rumblar.



Por nuestra derecha, la huerta, pese a que el olivar se ha ido adueñando del terruño, se cuela como una cuña dando escolta al susurro del agua; por la siniestra, zarzales y pitas cobijan el camino de los posibles avances del árbol de Atenea, otrora imparable y hogaño adormilado entre las mecidas aguas de la economía pese a que el jugo de estos árboles alcanza hoy cotas de calidad supremas. Cuando el camino viene a llanear, se ensancha apenas el valle como preludio del estrechamiento que ira apremiando hasta que el arroyo de Valdeloshuertos abrace a las aguas del viejo Herrumblar. Enfrente, viene a cerrarnos el paso una desconchada alberca que, roto el cordón umbilical que la unía por la derecha a una noria que señorea sus ruinas, oculta su seco fondo, ausente de ovas y verdines, con despojos de la modernidad mientras los inclinados lavaderos de su pared sur chillan la sequedad de la vida. A la izquierda y por encima, sobre una desvencijada casuca de pizarra que parece ser mera prolongación de la propia roca del suelo, apenas se asoma la raja minera que oteamos desde el Camino Ancho; a su izquierda, a apenas unos pasos, un enorme hoyo sobre el suelo evidencia el próximo origen de la piedra que da apenas aliento al casuchín de huerta.







Junto a la casa, por la margen izquierda del arroyo, y después de la cola, arranca la verea de las aguas que ya de manera inequívoca nos lleva a Peñalosa una vez se supera el extremo siniestro de un puente, cruzado a todo lo ancho del valle, y que acerca las aguas potables del Rumblar desde los depósitos de tratamiento del Gólgota hasta el pueblo. Apenas se deja atrás el puente y en su extremo opuesto, desde la distancia casi podremos apreciar una estrecha y oculta raja en el suelo. Si nos acercamos momentáneamente, a poco las ranas con su salto nos darán aviso de la presencia de agua en su interior. Se trata de una noria a ras de suelo, ¡precaución!, que tras un mínimo canal dirige sus aguas a una pequeña alberca labrada en la tierra y revestida con mortero de cal. Sin más incidencias, regresamos al camino.





Ahora, ya con el horizonte del barranco al frente y la sombra del castillo a nuestra espalda, nos colamos en Sierra Morena.


Visita al Geosendero de la Pizarrilla

Pasito a pasito... http://andamas.blogspot.com/

Fotografía: Ani Ortiz.

jueves, 20 de enero de 2011

Verea de las aguas a Peñalosa 1

El tramo inicial de este itinerario coincide con su homónimo del Geosendero de la Pizarrilla. Por tanto, arrancamos desde la “Casa del Pueblo”, en la terraza que se eleva sobre la salida del municipio por la carretera de Bailén.


Encorsetados por la nueva verea del Camino Ancho, tiralínea labrado sobre la dura pizarra, avanzamos sobre un suave descenso donde tenemos por compaña, a nuestra izquierda, la vertiente norte del castillo, a tramos y tiempo salpicada de matas verdeblanquecinas de habas entre cepellones de retorcidas olivas. A poco que nos aventuramos, se asoma por la diestra la raja del barranco de Valdeloshuertos, vieja sucesión de estrechos huertos que avanzaban en procesión hasta asomarse al curso del río Rumblar; hoy adormecen bajo la cola de agua del mismo nombre. A medio cerro, en la vertiente derecha, como trazado a cartabón, a modo de arañazo sobre la ladera, nos aparece el camino de la Fuente Cayetana, a cuya vera, acaso descolgada de él, apreciamos la Cueva del Grajo, una minúscula mota horadada sobre la roca, antaño refugio de cabreros en días de tiempo revuelto.





Por la izquierda del barranco y enfrente nuestra, en suave sucesión y a modo de anchos escalones, se van elevando esquilmados quiñones de tierra calma apresados por el lento avance de la encina y una jara que va colonizando apresuradamente; a modo de inexpugnables bastiones, huertos como el de rojo, salpicados de extravagantes granados y tenebrosas zarzas, luchan por una improbable pervivencia. Arriba, coronando el llamado cerro del Gólgota y mirando ya casi de reojo al valle, las ruinas de una pequeña casa se asoman ofreciendo la cara al coloso del castillo. Casi sin darnos cuenta, a nuestra “siniestra” se no abre el negro orificio de la Cueva de la Mona, una cata minera que penetra en las entrañas del cerro del Cueto y que mece sus orígenes en leyendas de bellas mujeres y tesoros ocultos.



A poco que dejamos la cueva y con ésta a nuestra espaldas, frente a nosotros, a pie de monte, simula huir en el horizonte una ancha franja que raja el desencuentro entre el valle y la sierra. Se trata de una rafa o mina a cielo abierto, la del Polígono-Contraminas, que hunde sus orígenes en la lejana Edad del Cobre (hace 5000 años).



Cuando ya el descenso se torna decidido y el valle se abre sin solución, la pizarra viene a alternar con una roca amarillenta, casi arenosa, que se formó hace unos 7 millones de años en lo que por entonces era un fondo marino. Sobre ella y a nuestra izquierda, en los últimos retazos de pizarra negra y al cobijo de crecidas palas de chumbos, asoman los destartalados maderos de unas colmenas olvidadas por el pasado de una apicultura histórica casi decadente por estas sierras. Ahora, como antaño, los últimos colmeneros siguen estrujando, aunque en cantidades menores, el néctar de una tierra áspera y agreste que se ofrece en la belleza de su flora.





Abajo, por nuestra derecha y sorteando la carretera, se lanza en frenética caída un viario de traza empedrada. Por el contrario, a la izquierda, queda adormecida la era de Casas, un llano pétreo robado a la roca amarilla, una tosca que en días, machacada, igual porfiaba con dar brillo a la vieja vajilla que, mezclada con agua, daba lustro a redores y paredes de cocina.



Fotografías: Dpto. de Prehistoria y Arqueología Universidad de Granada (Proyecto Peñalosa), Dpto. de Geología Universidad de Jaén (proyecto Geosendero de la Pizarrilla y archivo propio.

martes, 18 de enero de 2011

Otra + sobre Peñalosa

En este caso un artículo de Auxilio y Paco, sobre metalurgia, editado en la revista de prehistoria y arqueología "Menga".

http://www.scribd.com/doc/47072288

domingo, 16 de enero de 2011

Derribos Arias - Tupés En Crecimiento

Hola Paco, es que esas tres son muy buenas, muy buenas, como afirma Loquillo (del que no he puesto nada por dejadez). Tú y yo sabemos que hay más, pero esos son de lo mejor. Aquí te dejo un revoltijo.

sábado, 15 de enero de 2011

Burning con Antonio Vega - qué hace una chica como tú...1990

Pues otra...

Burning - No pares de gritar

¡Un poco del mejor rock!

Creación de la Asociación de Empresarios Turísticos de Sierra Morena

El pasado jueves, día 12 del presente, quedó constituida la Asociación de Empresarios Turísticos de Sierra Morena, con sede en Baños de la Encina y que, aunque en principio formada por empresarios de la localidad, nace con vocación interprovincial y con el objetivo primordial de presentar en los mercados emisores una oferta estructurada y cualificada de los productos y servicios turísticos de la espina serrana que se derrama desde Los Picos de Aroche (Huelva) hasta el paso de Despeñaperros.

El acta fundacional, donde participaron la mayoría de los establecimientos y servicios del municipio (hoteles, casas rurales, oficina de turismo, empresas de servicios turísticos, productos artesanos, agencias de viajes e, incluso, alguna de las almazaras locales), contó con el apoyo del área de turismo del ayuntamiento bañusco y de las asociaciones de las que forma parte este municipio (PROCECAN y ADIT Sierra Morena), esperando contar en breve con la participación de otras como RedPatrimonia, ADNOR y Paisajes Mineros.

El primer objetivo de la asociación es dar estructura a la oferta ya existente y canalizarla con suficiente fluidez en los mercados emisores (paquetes turísticos), así como fortalecer la representatividad de los empresarios ante instituciones mayores como la Diputación Provincial y la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y del Deporte de Andalucía. En este sentido, los primeros paquetes vendrán a inaugurar una nueva marca turística que aparecerá próximamente en los mercados turísticos bajo el paraguas “La Bella Morena”, que cuenta con la dirección técnica de la empresa de marketing y publicidad COMARKET. El producto estará encuadrado en el segmento de incentivos y tendrá como público destinatario grupos de tamaño reducido y origen en el centro y norte de Europa.

Bienvenido sea todo acto de unidad, pues ahí estará la fuerza.


Fotografía en la que están presentes una parte de los socios fundadores y que fue realizada en la sede de la Asociación, en los bajos del Museo del Territorio de Baños de la Encina.