domingo, 23 de agosto de 2020

Mi padre

'Ahora, situado en el anchuroncete del descansillo, el chiquillo se encoge y aprieta cuanto puede a la recia y apolillada baranda, lo hace en un intento de esquivar la mirada paterna. Fugazmente, observa la tarea de sus mayores, recula al instante y se acurruca placenteramente arropado por aromas a canela y matalahúga. Así, abrigado por la mucha penumbra del lugar, intenta en vano fundirse con el paredón de barro y cal para quedar en sombra apagada e imaginar los trajines de su progenitor. Éste, armado con una media y sempiterna sonrisa, la que le permite el cigarrillo, disimula. Hace tiempo que ha barruntado la presencia del vástago. El chiquillo, con el poco saber que acumula y lo mucho que le maravilla todo lo novedoso, no alberga otra intención que reconocerse en el extraño universo de sus ancestros, una escena que se sumerge en la más honda noche y empapa el altillo con envolventes aromas de aceite desahumado y cáscara de naranja'.

La fotografía es obra de mi tío Antonio 'Mirabés', ¡¡¡mil gracias por el regalo!!!