domingo, 17 de enero de 2010

Conferencia sobre Peñalosa en el Museo Arqueológico de Alicante

Todo bien patrimonial, entendiendo por tal monumentos, conjuntos monumentales, bienes muebles, sitios arqueológicos, bienes inmateriales y conjuntos etnográficos, tienen el privilegio que cuanto más se investiga sobre ellos y más debate provocan, mayor valor histórico adquieren y, por tanto, más se llega a quererlos, de tal forma que la población de un territorio llega a identificarse con ellos como sujetos culturales que somos, anclados en un territorio concreto.

Pero el debate ha de ser como debe de ser, en el marco de una ciencia bien instrumentada como es la HISTORIA. En ese marco en el que se investiga, se aportan datos una vez contrastada su fiabilidad, se actualizan los estudios, se renuevan bibliografías, se ponen sobre la mesa hipótesis diversas y contrarias y, finalmente, se cierran tesis que, con seguridad, el tiempo irá limando hasta transformarlas completamente. Pero para entonces el conjunto de las teorías históricas determinadas habrán realizado su trabajo como aporte científico: consolidar o transformar la realidad implementado un proyecto social en la época en que han sido gestadas.


Así ha ocurrido durante los últimos cinco lustros con los estudios desarrollados por la Universidad de Granada en la cuenca minera del medio Rumblar, que no sólo se han circunscrito al yacimiento arqueológico de Peñalosa. Lo que comenzó como unas primeras catas donde el Rumblar viene a verter sus aguas al Guadalquivir, seguido de una prospección sistemática en la cuenca alta y media del río Rumblar, ha venido creciendo con la excavación de Peñalosa, a la que se han sumado excavaciones y prospecciones de detalle en otros yacimientos de carácter variado. Así, se llevó a cabo la excavación y rehabilitación del fortín de Migaldias, los sondeos realizados en la mina prehistórica de José Palacios en Doña Eva o las prospecciones de detalle de El Polígono-Contraminas, Cerro de la Obra de los Moros, Cerro Tambor, Salas Galiarda o Verónica.


Los primeras teorías que se obtuvieron, venían a concluir que la cuenca del río Rumblar, durante el Bronce Final (segundo milenio antes de Cristo), estaba estructurada mediante un complejo hábitat compuesto de poblados mineros de escasa entidad estructural, pequeños fortines de control del territorio y una serie de poblados mayores, totalmente aterrazados y amurallados, que se extendían junto a las aguas de los ríos Rumblar y Grande (Peñalosa, Verónica y Cerro de la Obra). En una economía fundamentada en la explotación minera, estos poblados, en la cúspide social del territorio, dirigían la gestión de este complejo sistema, realizaban los procesos metalúrgicos y comandaban la comercialización de los metales y los útiles broncíneos obtenidos.

Tras la reciente excavación arqueológica del interior del castillo de Baños, motivada por el proyecto de drenaje de las aguas del propio castillo, entre otros elementos de interés se ha obtenido una importante información de los niveles arqueológicos identificados como de la Edad del Bronce. En principio, la intensa presencia superficial de cerámica de uso cotidiano adscrita a este periodo y su estratégica ubicación, controlando uno de los pasos principales desde el valle a la cuenca del río Rumblar, concretamente por Valdeloshuertos a Peñalosa, hacía pensar en la presencia de uno de los fortines de control del territorio antes mencionados.

Sin embargo, la dimensión valorada del yacimiento y la cultura material presente, nos aportan datos sobre un poblado de dimensiones bastante mayores a los anteriormente citados como “poblados mayores”, como era el caso de Peñalosa. Este hecho comienza a valorar la posibilidad de nuevas teorías en las que el castillo, como yacimiento de la Edad del Bronce, toma nuevas dimensiones. Con el tiempo, la aportación de nuevos datos y la fiabilidad de estudio de los mismos, nos debe llevar a formular nuevas hipótesis sobre la ocupación del territorio que en nada invalidan el protagonismo que las anteriores tesis tuvieron, éstas fueron el principio de un proceso que nos ira acercando cada vez más a la verdad científica.

Y todo esto viene al hilo de un cartel que me ha llegado a través de mi buena amiga “Susamar”, que nos viene advirtiendo del protagonismo que está tomando en los últimos años nuestro territorio en el marco de los estudios de la prehistoria reciente.

2 comentarios:

  1. Hoy encontré este blog, como bañusca me alegra, podré estar al tanto de muchas temas en mi afán de aprender y saber de mi pueblo. Gracias

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  2. Seguro que aprendemos los dos. Sigue así, tu blog es una pasada.

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