La estratégica situación geográfica de la villa, a caballo entre Sierra Morena y el valle del Guadiel-Guadalquivir, ha favorecido que el término municipal de Baños sea solar de innumerables estructuras “encastilladas” que, a la sombra de nuestra fortaleza, han pasado desapercibidas para los amantes de las “recias piedras de la historia”.
Una línea de castilletes o fortines argáricos -4000 años- se encarama sobre la falla de Baños, asomándose a la llanura que se extiende a los pies del núcleo urbano de Baños de la Encina (la llamada Campiñuela). Guarecían los pasos que, desde el valle, daban paso a la sierra. Estos fortines se levantaban a modo de avanzadilla defensiva de las recias murallas de los poblados de la prehistoria reciente que, a lo largo de la Edad del Bronce, salpicaron el viejo y minero río “Herrumblar” (Peñalosa, Verónica y Cerro de la Obra). El mejor ejemplo lo encontramos en la Dehesa Santo Cristo, a espaldas del núcleo urbano; se trata del fortín de Migaldias, excavado con método arqueológico y rehabilitado.
Pero si son interesantes los fortines, aún más sobresalientes son las murallas de los poblados que gestaron esta cultura minera de la Edad del Bronce. Peñalosa, mecida hoy en parte por las aguas del Rumblar, esgrime murallas, macizos bastiones circulares y complejos pasillos murados que pugnan por asemejarse al mismísimo laberinto del Minotauro de la Creta legendaria.
En plena Sierra Morena, mirando de frente al santuario de la Virgen de la Cabeza, se alza, altivo sobre el cerro sacro del Navamorquín, el “torrus” ibérico-romano de Salas Galiarda. Se trata de un castillo que mantiene en excelente estado lienzos de muralla y bastiones rectangulares elevados en granito. Este alcázar de origen minero, pelea por erguirse entre encinares asomándose al valle del Rumblar. El río parece dibujarse a sus pies como si de un plano cartográfico se tratara.
El viejo Camino de Andalucía, el que fuera de Toledo a Sevilla a través del Puerto del Rey, y que aún hoy muestra, de cuando en cuando, restos pétreos de esta vieja calzada, se encuentra escoltado al llegar a nuestro solar por ermitas que esconden entre sus piedras viejos torreones de Reconquista. Este es el caso de la ermita de Jesús del Camino y, sobre todo, del venerado santuario de la Virgen de la Encina. En este lugar, bien entrada la segunda mitad del siglo XV, acaeció una importante batalla en el marco de las luchas por la sucesión de la corona de Castilla.
Bueno, una muy grata sorpresa cuando un sábado a las once de la noche hartito de estudiar para los exámenes de febrero me encuentro con esto poniendo "Baños de la Encina" en el busca blogs de google. Me alegra mucho que te hayas animado con esto, contar lo que tienes entre manos, esos grandes proyectos para Baños, ojalá y llegaran a ejecutarse, y esas otras cosas que para mí son muy curiosas e interesantes sobre la historia de Baños. Te aprecio mucho y me alegra mucho la labor tan estupenda que estás haciendo por nuestro pueblo. Ojalá algún día yo pudiera hacer algo parecido dentro de mis posibilidades, pero ahora ni tengo tiempo ni es el momento.
ResponderEliminarSaludos.
Pues nada, mucha suerte en los parciales.
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