FORTIN DE PIEDRAS BERMEJAS O DE LAS MIGALDIAS
Se trata de un pequeño recinto amurallado de forma piriforme que se extiende a lo largo de un cerro amesetado que se alza sobre el río Rumblar. Conocemos este yacimiento arqueológico gracias a los trabajos de limpieza realizados en 2003 por la Universidad de Granada que posibilitaron conocer la forma y funcionalidad de este asentamiento. Dichos trabajos se completaron con la consolidación y conservación del yacimiento permitiendo en la actualidad contemplar la totalidad de su trazado, con dos puertas de entrada, una al sur y otra al norte, una en cada uno de sus frentes. La estructura defensiva es sencilla, con algunos refuerzos laterales, y adaptada perfectamente a la morfología de la roca, estando cimentada en muchos de sus tramos sobre ella. Es sobre todo en su zona oeste donde presenta un sistema más complejo de defensa con diferentes líneas de muro paralelos que han ido reforzando la muralla, alcanzando un grosor considerable.
La técnica constructiva, así como el material empleado, la pizarra, siguen las mismas pautas que el poblado de Peñalosa, por lo que interpretamos que fue la misma población argárica la que lo habitó. Ello viene corroborado por el material arqueológico registrado durante la limpieza del Fortín que se corresponde fundamentalmente con cerámicas de la Edad del Bronce. Hay varios datos que indican que este asentamiento pudo tener una función militar. En primer lugar, la ausencia de contextos domésticos que pudieran indicar la realización de una serie de tareas continuadas de almacenamiento, producción o consumo, como molienda, actividades textiles, fabricación de útiles, etc. En segundo lugar, la aparición entre el material de un hacha de cobre típica argárica. Estos datos apuntan hacia su ocupación por un pequeño contingente de población que se turnaría en las labores de vigilancia y que ante cualquier peligro alertaría a los poblados más cercanos, como La Verónica, mediante señales posiblemente visuales como el humo, o sonoras. Es precisamente La Verónica el yacimiento más cercano al fortín en dirección río arriba (Grande), estando situado Piedras Bermejas de manera estratégica justo enfrente del encuentro de los ríos Grande y Pinto y controlando, por otra parte, el acceso desde la Depresión Bailén - Linares a través del arroyo de la Celada o "Zalá".
MINA DEL POLÍGONO O RAFA DE BAÑOS
Se trata de un área de explotación de vetas superficiales de cobre, cercana a la población de Baños, situada entre los depósitos de suministro de agua de la localidad y la carretera que lleva hasta el embalse del Rumblar. Atraviesa la carretera y se adentra por el olivar hasta llegar prácticamente a las faldas del Cerro del Tambor. Está formada por varios conjuntos: explotaciones antiguas de mineral de cobre, explotaciones recientes de este mineral y restos de cantería de piedra arenisca. Se trata de una serie de socavones en la parte alta del cerro, con indicios mineralizados en las paredes y vertederos antiguos cubiertos por la vegetación. Las explotaciones a un nivel más bajo, tanto prehistóricas como romanas, están fuertemente alteradas por las remociones modernas y en los últimos años por haberse convertido esta rafa minera en el vertedero de escombros de Baños de la Encina.
Las explotaciones prehistóricas documentadas se encuentran en la parte superior, en el entorno de la antena de radiofonía. Aquí encontramos fuertes concentraciones de malaquita y azurita junto a estibina y vetas de cuarzo cristalino muy compactas. Estas últimas se desarrollan sobre pizarras que se hallan altamente fracturadas generando bloques de mediano tamaño.
En las inmediaciones a estos lugares se ha recuperado una hoja de sílex de filiación cultural claramente calcolítica, por lo que podría tratarse de una mina de la Edad del Cobre, situada justo en el borde del Piedemonte, en la zona de contacto con la Depresión Linares-Bailén. Es significativo también su localización estratégica entre dos yacimientos calcolíticos, el Cerro del Tambor y el Castillo de Baños.
Esta misma mina fue explotada igualmente en la Edad del Bronce por la Cultura del Argar. De esta época se han documentado numerosos martillos o mazas mineras con ranura central para el enmangue en las inmediaciones de la rafa y gran cantidad de mineral de cobre en las escombreras. Los análisis de isótopos de plomo realizados sobre minerales procedentes de este enclave y de los encontrados en Peñalosa han confirmado que buena parte de éstos últimos procede de esta mina. Se convierte así la Mina del Polígono en uno de los enclaves más importantes para la investigación minera de la Edad del Bronce en la región.
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