sábado, 12 de junio de 2010

Sobre las Salas y el puente de los Charcones

Es evidente, como bien dices, que el puente existe. Se trata de un pequeño puente de piedra local formado por un solo ojo elevado sobre bóveda de medio punto. Muestra algunos datos de gran interés, como que está “cosido en una sola pieza”; es decir el arco de medio punto que salva el arroyo forma una sola pieza con el cimiento, también de piedra, el arco está trabado al enlosado de piedra que forman el cauce del arroyo y la cimentación. Esta es una solución bastante avanzada y compleja, más aún cuando estamos hablando de un puente tan pequeño.

Por otra parte, las paredes laterales del cauce forman un doble embudo cuyos extremos más delgados se unen en el propio puente.

No recuerdo con exactitud el año, pero pudiera ser en 1996 cuando, durante las obras de construcción de la depuradora, se reforzó con una capa de hormigón superior, parece ser que previniendo se hundiera por el peso de los camiones que debían pasar por encima con motivo de la construcción.

¿Origen romano?, la verdad que es bastante tentador. Podría darte la opción que entiendo más apropiada, pero se necesitaría mucha más información de campo para poder tomar una determinación. Voy a exponerte los argumentos que yo encuentro en pro y en contra. Es evidente que lo reducido del tamaño no aporta suficientes elementos para confirmar el estilo constructivo al que puede adscribirse.

La prueba más evidente para tomar posiciones en pro de su origen romano, es que cada día hay más adeptos, entre los que me cuento, que entienden que la muy nombrada vía romana de Cástulo a Sisapo, dos de los centros mineros más importantes a una y otra vertiente de Sierra Morena, se introducía por este punto en Sierra Morena, a través de Valdéloshuertos y el Marquiguelo, para seguir rumbo Escoriales, Cañada Real de la Plata por la Mojonera (Camino del Hoyo) para llegar a unirse al camino de la Plata, que desde Sisapo buscaba el Mediterráneo por Cartago Nova. Muestras que acompañan a este viario las va habiendo cada día en mayor numero: los restos de la Virgen de la Encina (el camino desde Cástulo pasaba a la actual Linares y por el cordel de Linares a Guarromán salvaba el Guadiel); los numerosos enterramientos que desde la Virgen van salpicando hasta llegar al “Prao”; el camino “romano”, si lo fuera; el reciente descubrimiento de un templo o mausoleo funerario situado en la cima del Cueto, posiblemente dedicado a una dama romana, Ilicia, al que habría que sumar el posible origen romano de los aljibes del castillo, en los que aparece la típica media caña tan presente en los edificio hídricos romanos; la parte central de la Fuente Cayetana, de seguro origen romano; la cultura material, que aparece a modo de testigo en Peñalosa; las Salas Galiarda, el castillete de Los Escoriales y la villae que se muestra a los pies del primero, posiblemente formando parte del aparato administrativo de gestión de las minas; los sarcófagos antropomorfos presentes en las cercanías de Santa Amalia, el Navamorquín o la Loma de las Sepulturas; etc., etc. En su tesis reciente, Luis Arboledas hace una firme apuesta por este camino.

En su contra, que el camino quizás pueda ser bajomedieval y no romano y, en consonancia, también lo sea el puente. Sin excavación arqueológica es demasiado arriesgado tomar una u otra determinación. Pero la prueba que puede aportar más argumentos a su origen romano es natural y no humana.

Todo el territorio que forma el eje Charcones, las Huertas, Cantalasranas, Huerta Zambrana hasta superar la carretera es un realidad un conjunto de tierras, al pie de la falla, que en origen se encontraban muy por debajo del nivel de su entorno. Yendo a evacuar a ese espacio todas las aguas del Llano, buscando el curso del Rumblar a través de Valdeloshuertos. No es de extrañar, por tanto, que todas estas tierras cuando no son inundables o lo eran, muestran suelos tremendamente fértiles, fruto de la deposición de material que ha ido colmatando estas “tierras bajas”. El estudio geológico que está realizando la Universidad de Jaén, en breve, nos debe avanzar más sobre el tema.

Es evidente que el bañusco medieval fue canalizando, dando orden, a la salida de las aguas, de manera paralela que fue roturando las tierras del llano, de la Campiñuela. Así fue creando una “zanja” que drenara las aguas hasta llevarlas a nuestro puente y a Valdeloshuertos. Zanja y puente sobreviven si hay quien los mantenga y limpie por interés propio. Cuando no hay rentabilidad o simplemente no hay “personas” presentes, una y otro (zanja y puente) desaparecen de obligación. Entiendo que realizando un ligero análisis de la situación actual de los pozos de los Charcones se pueden entender esta premisa.

¿Y dónde quiero llegar? Pues a lo siguiente, si el puente es romano, ¿cómo sobrevivió sin ser ocultado bajo los sedimentos desde, al menos, el Bajo Imperio a la llegada de los primeros musulmanes? Si el puente es bajomedieval, la respuesta es sencilla.

Bueno, pues pasamos a los “hilos”. Hace un par de años, reconociendo el valor que tiene el puente, ya sea romano o bajomedieval (en una guía antigua ya aparece una foto del puente), y el interés educativo y recreativo del paraje, nos pusimos a trabajar para recuperar todo el entorno. Pero entonces, la todopoderosa Consejería de Medio Ambiente dice que es de su propiedad y en buena sintonía nos proponen redactar ellos un proyecto porque el terreno es suyo. El esbozo de proyecto, en una palabra: “cojonudo”, pero el proyecto aún no se ha redactado. Conociendo las mimbres, cuando redactamos el proyecto de la “Verea de las Aguas a Peñalosa” aprobado ya por ADIT Sierra Morena para ejecutar en 2011, no nos olvidamos de cuantificar una pequeña partida, muy abstracta, pues la propiedad no es municipal, que contemplara actuación en Los Charcones. Entretanto, ¡ojalá llegue ese magnífico proyecto!

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