miércoles, 27 de octubre de 2010

Introducción al geosendero de la Pizarrilla

Baños de la Encina: un pueblo hecho a la medida de sus piedras.

La fisonomía de Baños parece tan agarrada a la piedra que lo sustenta que más bien simula ser una prolongación de ésta. Baños, cabalgando a la grupa de la falla de su mismo nombre, parece haber mamado la tradición de la piedra desde su mismo nacimiento y, aunque el carácter pétreo de sus fachadas es el hecho que más le caracteriza, en todos y cada uno de los momentos de su historia, en todos y cada uno de los episodios de su cotidianidad, la piedra, sus piedras, están presentes.

Así, la más antigua de sus piedras, la pizarra, aún no siendo excelente como cubierta, ha sido protagonista en todas las construcciones serranas desde el primer momento que el hombre hoyó el pellejo serrano. Poblados de la Edad del Bronce, como Peñalosa, Verónica o Migaldías, elevan al cielo anchas murallas escalonadas que simulan complejos laberintos. En su interior, tapaderas de pizarra alternan con molinos de granito, moldes para fundición de arenisca roja, chinos de cuarcita y todo un elenco de minerales de cobre. Por cubierta, un perfecto entrelazado de arcilla del Rumblar, ramas y monte, y anchas lajas de pizarra, omnipresente en el devenir cotidiano de esta cultura.

Pero la pizarra se ha mostrado como una constante en toda la urbanística de nuestro ámbito, como así atestiguan pequeñas construcciones agropecuarias serranas (torrucas, parideras, casas de huerto, rajales de colmenas, zahurdas, …, y hasta eras de pan trillar). Pero es en las grandes construcciones donde la pizarra se muestra como una joya arquitectónica por reconocer; y así lo dejan sentenciado ejemplarmente poblados mineros como los de El Centenillo o Araceli, la colonia del Embalse del Rumblar o construcciones taurinas como el cortijo de Corrales. Pero, por tener presencia, hasta en las más viejas cañerías de saneamiento del pueblo o en las coberturas a dos aguas de muros y “bardales” deja la pizarra su estampa.

Menor ha sido el uso de otras rocas como el granito, sólo presente en molinos de mano, volanderas y soleras del molino de viento y empiedros de almazaras; o la arenisca del mioceno o tosca, como se la conoce popularmente por estas tierras, usada, una vez machacada, para lavar la vajilla o para “blanquear” cocinas y “redores” (bajos de las paredes) mezclada con agua. Aunque es necesario dejar constancia que en el dominio granítico las construcciones han seguido sus pautas, dejando muestras de la calidad etnográfica de los “molinos de Juan de las Vacas” o la categoría monumental del recinto fortificado de las Salas Galiarda, en cuyo entorno se localizan varios sarcófagos antropomorfos que utilizan esta misma materia pétrea.

Pero por su dureza y fácil labrado han sido las canteras de arenisca roja sobre las que se asienta el pueblo de Baños la que mayor presencia ha tenido en el afán cotidiano de los bañuscos. Ha estado presente en muros y paredes, descompuesta o en sillares, formado con sus ripios calles y eras empedradas, bien labrada como losa de mejores suelos; pero siempre ha estado en todas y cada una de las actividades cotidianas: brocales y piletas de pozo, pesebres, bancos y lonjas, chimeneas, amoladeras, pilas de lavar, mojinetes para majar esparto, enseñas heráldicas…, y hasta como losa que silencia sepulturas por los llanos del valle.

Pues éste es el ofrecimiento que hace este geosendero que, mediante la unión de varios, viejos y polvorientos caminos, nos permite realizar un circuito “extramuros” al pueblo de Baños de la Encina bordeando, cuando no atravesando, sus antaño tierras de los “ruedos”. Vamos a conocer las piedras en las que hunde el pueblo sus raíces, pero también como les ha ido dando uso cotidiano hasta armar la historia de sus gentes y de sus cosas.

La fuerza didáctica de esta ruta es tal que nos va a permitir navegar sobre mares de negra piedra, seguir con la mirada las suaves formas de dunas subacuáticas fosilizadas, pastorear rojizos borregos pétreos o acariciar la melosa suavidad de color de la arenisca que se eleva por doquier. El geosendero de la Pizarrilla nos ofrece una aventura que profundiza en la historia de esta tierra de Sierra Morena y en la de su paisanaje (sus hombres y mujeres).




Un saludo para las andarinas que lo están realizando en este momento.

viernes, 22 de octubre de 2010

Así va la Alcubilla

Tras la intervención de limpieza, desbroce de maleza y recuperación de los pozos, se han sacado a la luz los rebosaderos de pozo y alcubilla con sus respectivos canales. El agua de la alcubilla se ha reconducido a nuevo pilar, realizado según las pautas tradicionales, que permite retener el agua para distintos usos, como el riego o la creación de una increible atmósfera sonora. Se ha protegido con baranda alcubilla y arqueta (en breve les seguirá el pozo) y mañana se sembrarán 6 árboles que acompañarán a las adelfas que salpican el arroyo (noguera, almez y morera).







La espada de Peñalosa (Baños de la Encina)

La verdad que huyo como gato del agua de todo tipo de acto institucional, ¡quién lo diría!, pero de éste tenía que dejar constancia en mi diario, no todos los días se encuentra uno una herramienta como ésta por el campo. Como quien dice, al final la realidad sobrepasa a la ficción; la amiga se entretiene en cumplir casi 4000 años con pasado mañana.

Fotografía: Auxilio Moreno.

jueves, 21 de octubre de 2010

La "vida en papel": la barca del rumblar

Muchas veces la historia mayor y más aún la historia menuda, la intrahistoria o lo que otros llaman como historia real y cotidiana, se mueve al antojo de lo anecdótico, o quizá al capricho de los afanes de personas “a pie llano” con nombre y apellido. Cuando hace ya unos años, con el embalse del Rumblar lampando por unas gotas de agua, mi hermano y yo recuperamos una barca de las tradicionales de las cotas más bajas de nuestro pantano quise profundizar en el origen de esta barca que entendía realizada por carpinteros locales. ¡Qué iluso!

Foto cedida por Lore, propiedad de su familia

Entrando de lleno en la cosa, gracias a la aportación de varios paisanos, como Faustino “laruta”, logré alcanzar que este tipo de barca era fabricaba de manera artesanal, desde hace ya varios siglos, en Don Benito, provincia de Badajoz. Era ésta una barca dada a las migraciones, así lo recuerdan los mayores pacenses que contaban como, subida a los trenes de la RENFE, tornaba a lo largo del año sus pesqueras aguas del Guadiana por las del “río grande” de la Bética.

Bueno, pues un paisano, Manolo “columpios”, en sus devaneos mercantiles tuvo la nada desdeñable idea de no volver de vacío a su Baños natal; y así, cuando daba algún porte por esas tierras “extremas por el sur al Duero” traía como carga unas barcas que por antojo de lo cotidiano pasaron de serlo del Guadiana al Rumblar.

Foto cedida por Isabel García a través del programa "Cuadernos de la Memoria". En la fotografía "la parrala", camioncillo de José "Columpios", tío de Manolo.

lunes, 18 de octubre de 2010

Mi primer cacharro

¡Je, je! aquí mi primer cacharro; perdón Chus, mi primera pieza. Que conste que no he realizado el curso, sólo ha sido un total atrevimiento de un día aburrido.


sábado, 16 de octubre de 2010

Notificación plantación de árboles

Debido a que la Consejería de Medio Ambiente ha prorrogado la apertura de sus viveros (entrega de árboles), nos vemos obligados a aplazar la reforestación convocada para el día 23 de octubre, pues no podemos recoger las plantas hasta nueva comunicación. Se notificará la nueva convocatoria en su momento. Perdonad las molestias.

viernes, 15 de octubre de 2010

Rebosaderos

Estábamos en la tareas de limpieza de la alcubilla para su posterior adecuación como lugar de encuentro (que la denominación como área recreativa me gusta muy poco) cuando nos dio por tirar de unos restos de mortero de cal que formaban una pequeña acequia. Estas muestras salieron a la luz cuando en la intervención de finales de los noventa se recuperó la cubierta de la alcubilla y se intentó adecentar del paraje para el recreo. Obra que, por cierto, realizamos desde la Escuela Taller con la donación de material que hizo la Delegación de Medio Ambiente por mediación de Arturo Azorit.

Pues en esas, cuando se estaba abriendo a barrena el agujero para los árboles que en su día levemente hoyaron estas tierras, nos topamos con la evidencia. Excavamos un poco, la identificamos y volvimos a tapar, aunque el agua de lluvia ha ido dejando de nuevo al descubierto la evidencia.

Pues ahora sí nos decidimos a tirar totalmente del hilo, y quedamos totalmente sorprendidos, pues excepto un pequeño tramo inicial que procede del pozo y que ha desaparecido, se conserva todo el sistema de rebosadero de pozo y alcubilla.

Se trata de un doble canal que procede de pozo y alcubilla y que alterna mortero de cal y ladrillo de barro cocido. Formando una "V", ambos vienen aunirse en una arqueta cuadrada, de ladrillo macizo, de unos 80 cm. de profundidad y que, tras rebosar, drena el agua a través de un único canal hasta el vecino arrroyo. A ambos lados del canal se pueden apreciar los restos de ladrillos que, situados de manera horizontal, hacían las veces de tapadera del hueco del canal, protegiendo de accidentes y desbordamiento de aguas que encharcarán la zona.

Oculta bajo poco menos de una cuarta de tierra, sólo ha mostrado cerámica moderna que se puede encuadrar en los siglos XIX y XX, por lo que podemos apreciar que su colmatación se produjo en la primera mitad del pasado siglo. Sin embargo, la alternancia indistinta de mortero y ladrillo nos indica las presencia de una fase bastante antigua en la que el total de la obra era de mortero.



En las fotos los amigos Loren y Dioni, y yo tras la cámara.

miércoles, 13 de octubre de 2010

La piedra escurridera (Baños de la Encina)

Así quería yo ver la Piedra Escurridera.




Las fotos han sido realizadas por Eugenia con su móvil.

domingo, 10 de octubre de 2010

Negu Gorriak - Lehenbiziko Bala


Corrían tardes como las de hoy, de las que barren el verano.

Las obligaciones militares ya nos habían dejado huérfanos de compaña en los últimos Santos y nos habían acercado a fracasos en nuestras obligaciones familiares, pero mi primo Dioni y yo nos aferrábamos a un hierro ardiendo en materia de devaneos y erratas múltiples. Así que, estando cerca tiempos de mudanza, nos dio por dejarnos caer por esas sierras en su cuatro latas; de compaña una ristra de chorizo, unos litros de Manuela y una gastada cinta de “Egin” del Torreño.

A ratos, Juan Carlos “el pelao”, Félix y “juanatos” vinieron en compaña. No eran unos Santos de ir a preparar el chozo, como otros que les precedieron, tampoco organizábamos nada, sólo íbamos a echar un rato al pie de una lumbre, ¡los chorizos sudaban como nunca! Fueron unos Santos muy largos, de varios fines de semana, muy raros, como ningunos, ¡únicos! De los que nunca repetiremos.

Insolacion (albert pla, fermin muguruza, manolo kabezabolo, rober)


Algunos, golpe a golpe, intentamos enfriar esta puta calina. Saludos Doe, saludos ...-

sábado, 9 de octubre de 2010

Cuaderno de la Memoria

Ya casi lo tenemos, sólo algunos retoques y a imprenta. Se trata de una pequeña revista que tendrá carácter trimestral y que edita el Museo del Territorio a través de su programa “Paisajes Dormidos” en el que deseamos, estamos a la espera, que participe la Consejería de Cultura; en todo caso irá para adelante.

El Cuaderno de la Memoria, que es su nombre, es fruto de la colaboración del Museo del Territorio y del Centro de Adultos Tamujoso de nuestra localidad. El proyecto está comandado por Susana Martín (Museo) y las profesoras Marisol e Isabel (Centro de Adultos) pero, ante todo, se debe al inestimable trabajo de las alumnas del Centro y a la colaboración de bañuscos enamorados de su pueblo como Bernardino, Manolo Estepa, Encina o Bartolo (mi padre), entre otros. Las fotos pertenecen a Susana, a alumnas y colaboradores y al inmensurable archivo fotográfico de Diego Muñoz-Cobo; el libro de “Dictados” es de mi colección particular.

El objetivo de este cuadernillo, como de los que le seguirán, es recuperar la memoria de nuestros mayores como parte inexcusable de la historia real de nuestra Comunidad. En este caso, el primer número está destinado a la “escuela”, a modo de homenaje a los mayores que son protagonistas de la realización del Cuaderno. A éste seguirán otros como las siega, la cultura del agua o los juegos y leyendas.

Esperamos que en breve esté en la calle y que los participantes y colaboradores aumenten en número.

 

lunes, 4 de octubre de 2010

Peñalosa en imágenes (Baños de la Encina)

Impresionante para su longeva edad: 4000 años (ojo a la altura de muros y a la complejidad urbanística y defensiva, que viene a ser lo mismo en esta Cultura).



Las fotografías forman parte de un reportaje realizado con motivo de la primera salida de campo del Taller de Cerámica Prehistórica desarrollado en la Casa del Barro, donde tuvimos como anfitriones a los responsables de la excavación y de la rehabilitación: Paco Contreras y Auxilio Moreno.

viernes, 1 de octubre de 2010

Una calle que puede estar bien hecha

Es cierto que la Corporación en la que estoy inmerso, más concretamente el área que “me lleva”, puede cometer desvaríos sin término, despropósitos sin fin, uno y mil errores, etc., etc., pero lo que no puede achacársele es falta de trabajo y meditación en las tareas. Intento que las normas que me rigen no tengan como principal comanda “así se han hecho siempre las cosas” o “es que eso no se ha hecho nunca”.

Así, cuando en el marco de la estrategia de turismo sostenible “Conjuntos Históricos …” o, acortando, “RedPatrimonia”, nos cae la faena de ejecutar un proyecto viario no nos dejamos llevar por la inercia y nos tiramos al barro. Lo más sencillo, barato y rápido, en una calle como Travesía Fugitivos – tramo superior de Huérfanos, hubiera sido tirar del clásico, que no tradicional, enchinado. Pues no.

Buscábamos experimentar con un modelo que, en materia viaria, nos permitiera en este sentido bien caminar en los próximos lustros, rompiendo, de manera paralela, con el puzzle de colores y materiales que estamos instaurando en nuestras calles. Nuestro primer y firme objetivo era lograr un firme, valga la redundancia, que culturalmente quedará integrado en nuestro conjunto histórico y, por qué no, lo enriqueciera; y nuestra tradición no era, ni es, el empedrado granadino o portugués instaurado en los 80 -que por cierto todos sabemos como funciona pasadas tres nubes- sino la arenisca descompuesta que se arrima en los pocos padrones que le quedan a nuestros campos.

Por otra parte, teniendo en cuenta la cortedad de la calle en cuestión, como las muchas de nuestro pueblo viejo, iba a ser un vial sin aceras. La propia calle, por tanto, debía facilitar el tránsito de peatones acostumbrados a pocos y encontrados tropiezos. Debía tener un firme sencillo, buen amigo de zapatos complejos y pies mayores.

Como buenos hijos de nuestro patrimonio, buscábamos también, a ser posible, eliminar aquellas pequeñas muestras de la modernidad que dañan a miradas ávidas de desentrañar la historia; pero somos también amigos de dotar a nuestros espacios públicos de una personalidad que la mayoría de las veces han ido perdiendo ante el avance de coches, ausencias vegetales y desaparecidas “graas” y mojinetes de encuentro cotidiano. Y estos cánones son los que nos han guiado.

Por último, somos y éramos conscientes, que la economía manda. Obras de arte las justas, por desgracia. La calle no debe ser más cara que una de asfalto y si se gana en mano de obra se ha de perder en materiales.

Y así, con las ayuda inestimable de Juan Melgarejo, la faena diaria de los distintos albañiles, la paciencia y cariño de los vecinos, el arte de Lore (fuente) y Juan Pablo “Tito” de Úbeda (baldosa) y, como no, de la maña cortando piedra del hijo de “Cati la de seis deos” se acabó una calle “bonita y agradable”, donde la arenisca es la protagonista, se anda a paso firme y el agua y el verde se tornan dueños de los rincones públicos.

Pues bueno, van los que más saben de cultura y que además son los que mandan, o quizá sea al contrario, y, sirviéndonos de la metáfora, arrinconan la solución en la “calle del Recuerdo”.