Estábamos en la tareas de limpieza de la alcubilla para su posterior adecuación como lugar de encuentro (que la denominación como área recreativa me gusta muy poco) cuando nos dio por tirar de unos restos de mortero de cal que formaban una pequeña acequia. Estas muestras salieron a la luz cuando en la intervención de finales de los noventa se recuperó la cubierta de la alcubilla y se intentó adecentar del paraje para el recreo. Obra que, por cierto, realizamos desde la Escuela Taller con la donación de material que hizo la Delegación de Medio Ambiente por mediación de Arturo Azorit.
Pues en esas, cuando se estaba abriendo a barrena el agujero para los árboles que en su día levemente hoyaron estas tierras, nos topamos con la evidencia. Excavamos un poco, la identificamos y volvimos a tapar, aunque el agua de lluvia ha ido dejando de nuevo al descubierto la evidencia.
Pues ahora sí nos decidimos a tirar totalmente del hilo, y quedamos totalmente sorprendidos, pues excepto un pequeño tramo inicial que procede del pozo y que ha desaparecido, se conserva todo el sistema de rebosadero de pozo y alcubilla.
Se trata de un doble canal que procede de pozo y alcubilla y que alterna mortero de cal y ladrillo de barro cocido. Formando una "V", ambos vienen aunirse en una arqueta cuadrada, de ladrillo macizo, de unos 80 cm. de profundidad y que, tras rebosar, drena el agua a través de un único canal hasta el vecino arrroyo. A ambos lados del canal se pueden apreciar los restos de ladrillos que, situados de manera horizontal, hacían las veces de tapadera del hueco del canal, protegiendo de accidentes y desbordamiento de aguas que encharcarán la zona.
Oculta bajo poco menos de una cuarta de tierra, sólo ha mostrado cerámica moderna que se puede encuadrar en los siglos XIX y XX, por lo que podemos apreciar que su colmatación se produjo en la primera mitad del pasado siglo. Sin embargo, la alternancia indistinta de mortero y ladrillo nos indica las presencia de una fase bastante antigua en la que el total de la obra era de mortero.
En las fotos los amigos Loren y Dioni, y yo tras la cámara.
Es fácil fechar la colmatación de estas infraestructuras de alivio y desagüe en la fecha apuntada, fecha de entrada en funcionamiento del embalse y la traida del agua a Baños desde el mismo, años 50 del siglo XX, implicando esto es abandono de los elementos y sistemas utilizados hasta ese momento para abastecimiento. Me alegro de que recupereis la cultura hídrica tradicional de nuestro pueblo.
ResponderEliminarFelicitaciones.
No se si algún día sabremos a ciencia cierta el origen de la denominación de nuestro pueblo, pero es evidente que el agua es elemento principal de su toponimia. Por eso, no podemos dejar que este patrimonio se pierda bajo el polvo del tiempo y de la desidia.
ResponderEliminarQUE PASADA, ME DA ENVIDIA SANA DE CÓMO UN PUEBLO COMO BAÑOS RECUPERA POCO A POCO TODOS SUS ELEMENTOS.
ResponderEliminarENHORABUENA