También en la
sierra de Andújar se localiza la existencia de una comunidad mozárabe, a juzgar
por las numerosas tumbas rupestres antropomorfas que se extienden entre la Loma
de las Sepulturas, Viñas de Peñallana, Aldehuela y Santa Amalia. En ellas
predomina la morfología tipo Pedroche, aunque
hay ejemplos peculiares. Las dimensiones de los vaciados varían en torno a una
media de 1,70 x 0,40 m. Algunas de las sepulturas llevan grabadas cruces. La
comunidad que labró estas tumbas eran gentes con una economía pastoril y de
explotación de los recursos forestales. Su aldea, al Oeste de Baños, debe ser
la que aún en 1155 se denomina con el nombre de Folena, cuya grafía
correcta sería Fulinae o «Sepulturas de pobres», y debe identificarse
con la arruinada aldehuela de la sierra de Andújar que Pedro I mandó repoblar
con algunas familias en 1367. No lejos de la aldea mozárabe existía un fortín
musulmán de vigilancia llamado Shándola (ˇ Sandula) próximo al curso
fluvial del río Jándula, al que dio nombre. (…).
(…)
La documentación
diplomática nos permite conocer a algunos de aquellos mozárabes baezanos, como
Suario Didaciz, Pedro García Alesaid (*al-Sa‘¯ıd) de Baeza, y Abdelaziz
de Baeza. Al primero donó el rey la aldea de Linares (121); al segundo la mitad
de Cierzo (Tiédar?) (122). Esta repoblación con elementos autóctonos era
necesaria para mantener la confianza y la tranquilidad en la zona. Por ello
otorgó a Abdelaziz de Baeza la aldea de Balneum (Baños), situada entre
las de Folena y Bosogra (123), y más tarde le concedió también la
aldea de Bailén, y la de Segral (Los Escuderos) con su castillo sobre el
Guadalimar (Giribaile) (124).