"Fue una jubilosa jornada la que disfrutamos los socios de la Peña Flamenca de Baños de la Encina, el día 20 de mayo, alentados y convocados por la Peña Flamenca “La Platería” de Granada. El venturoso motivo era compartir la invitación que se nos hizo, para que nuestra Peña actuase en la propia sede de la peña granadina.
Toda intencionalidad se convierte en buena excusa para visitar Granada; así que reconfortados por la alegría que conlleva en trasladar nuestro ánimo festivo, (desde nuestro hechizante castillo milenario, a la magia telúrica del Albaicín), llegamos a la señorial y magnífica atalaya, santuario del arte flamenco: La Peña Flamenca “La Platería”. Esta peña recibe el nombre “La Platería”, por el grupo de aficionados flamencos que la fundaron en el taller del platero, Manuel Salamanca Jiménez. Durante los primeros años no se pudo inscribir, pues la ley de asociaciones es posterior (1964). El acta de la Constitución pertenece a una segunda etapa (1970).”La Platería” está considerada la decana de las peñas flamencas, a ser la primera de toda España. Esta peña es heredera de las gentes que regalaron generosamente su anímico arte, a ese fortalecido y frutal árbol del flamenco.
Quiero resaltar la esmerada acogida y el trato recibido a nuestra Peña por parte de la Directiva y socios de la Peña “La Platería”.
La noche granadina nos era propicia. Frente a frente al multicolor cromatismo del Alhambra, ese monumental sortilegio con despertar de hoguera, donde la luna parece entresoñar con el asombro, arribando a los límites de lo sobrenatural. La imaginación se potencia contemplando su centelleo de oro.
Es lógico comprender que nuestro pálpito se conjugase con el cercano cosmos prodigioso y esa hipnotizante atmósfera que nos rodeaba.
Más, vayamos a lo que fue el entrañable espectáculo. Hubo unas fraternales palabras de bienvenida y a continuación se proyectó una película-documental titulada “La chica del rincón”; una sentida historia que nos va descifrando las penurias y vicisitudes de nuestros emigrantes andaluces por tierras catalanas, con todo el dramatismo que pueda producir el resolver sus precarias necesidades sociales y, a la vez, aclimatar sus exquisitas raíces en otra cultura, invocando sus orígenes desde la nostalgia.
Para mí, La chica del Rincón, nos ofrece profundas connotaciones sociológicas que visualiza y esconde algunos enigmas y simbolismos que todavía están sometidos a estudio.
Concluida la proyección de la película, pasamos a la hora estelar. Ahí estaba en el escenario nuestro Pedro Ortiz “El Pinche”, un afortunado aficionado, con bravío talento natural, que iba agigantándose entre su cante emotivo, buscando y encontrando los tesoros del aplauso. Estuvo magnífico.
Seguidamente, la actuación corrió a cargo de Federico Zamora “Fede el de Baños”, varias veces premiado en los concursos de Tarantas. Como siempre, su intervención fue espléndida y llena de magisterio. La emoción vital, el pellizco, la quejumbre o quebranto y las alegrías estuvieron presentes. Su éxito fue rotundo.
¿Qué vamos a decir del guitarrista, Alejandro Mondaray? Su toque y floreos van adquiriendo una madurez que contrasta con su envidiable juventud. Hizo vibrar las cuerdas, cuidó el ritmo y el compás, con acertadas estructuras melódicas.
La noche ya estaba metida en fiesta. La luna era testigo singular en su vuelo de plata.
Antes del regreso a Baños de la Encina, nos trasladamos a una sala de la propia Peña “La Platería”, denominada “Los Cabales”. Ahí, con ese distinto saber estar que sacraliza el instante, varios de nuestros cantaores y guitarristas tuvieron fuerzas y gusto para deleitarnos con sus voces y toque. Actuaron: Mario Álvarez, Faustino Céspedes, Federico Zamora, Alejandro Mondaray, Mario Paz, Pedro Ortiz, Juan Antonio García, Juan Aguilera y Jesús Requena, que nos ofrecieron lo mejor de la energía de su sentir profundo, con la pureza y el instinto del arranque, en los feraces dominios del Albaicín.
Sí, amigos míos, todos los que actuasteis y animasteis con vuestra presencia, liderada por el Presidente de la Peña Flamenca de Baños de la Encina, José Álvarez, estuvisteis representando a Baños, en Granada, a un altísimo nivel.
Estos encuentros, plenos de sentimiento y amistad, dentro de la laudable Cultura Flamenca, nos pueden rescatar de la dificultad y pesadumbre que, a menudo, nos rodea. Estos fulgurantes momentos donde, en plena libertad, el corazón canta a alma y el alma embruja la sangre, son los que verdaderamente ennoblecen, rescatan y elevan el potencial espiritual de los humanos.
Viernes, 20 de mayo, un bello día para el recuerdo".
(Fotografías y texto de Alfonso Monteagudo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario