Corrían los primeros vientos de este segundo milenio cuando Marta, amiga y vieja delegada de la Consejería de Turismo y Deporte, me pidió valorar como técnico una colaboración en Cástulo con la Consejería de Cultura. Por entonces, de la mano del también buen amigo Antonio Moreno, se empezaba a abrir hueco en mí la utilidad turística del patrimonio minero como herramienta que removiera nuestra identidad con el territorio que hoyamos. De ahí surgió el programa “Sierra Morena, tierra minera” (integrado por nueve municipios) y, a nivel local, la que denominé en primera instancia como “Aventura Argárica” para derivar en el “Ecomuseo del Bronce”.
Aunque el proyecto tuvo una cuerda muy corta, cosas de los vaivenes políticos, en Baños nos dejó la primera señalización de dos senderos, Bronce y Verónica, y la restauración del fortín de Migaldías. Por su parte, Linares ejecutó de la mano de Antonio Moreno, varios senderos, la consolidación, iluminación y señalización de varias minas (como la de los Lores) y los arranques del Centro de Interpretación de la Minería.
En ese marco, nuestros recursos patrimoniales mineros, como singulares que eran, permitían vertebrar turísticamente un territorio mayor aportando nuevos contenidos a la minería moderna que domina en ésta, nuestra comarca.
Pasados los años, cuando creí que todo quedaba en agua de borrajas, una nueva oportunidad, en este caso política, me permitió desempolvar ilusiones. Casi cuatro años después, cuando ayer Auxilio iba hilando una a una las distintas actuaciones ejecutadas (Sendero del Bronce, Geosendero de la Pizarrilla, Torreón del Recuerdo, Casa del Barro, Fortín de Migaldías, puesta en valor turístico de Peñalosa, Guía de Peñalosa y folleto de senderos, etc.), y por ejecutar pero con presupuesto aprobado (Aula etnoarqueológica de los Turrumbetes y la Verea de las Aguas a Peñalosa), en el marco del “Ecomuseo del Bronce” casi me pilló desprevenido una lágrima. ¡Hay veces que llegó a pensar que han valido la pena estos cuatro años de desvelos!
Ahora, cuando estoy en los últimos goteos de mi responsabilidad y voy viendo como germinan las primeras semillas de la creatividad de antaño, sólo deseo que no caigan en el pozo de la demagogia. El siguiente paso es el desarrollo de productos turísticos, la consolidación de una economía creciente; el turismo es un negocio que debe crear riqueza y empleo, y aquí nos hace falta y mucho.
Pues allá vamos, JoséMaría, claro que vale la pena, estratega y constructor, seguro que tu cuerpo descansa, pero no tu imaginación. Me incluyo dentro de los que intentarán, al menos, trabajar y cuidar la tierra de esas semillas tan bien plantadas.
ResponderEliminarUn saludo.
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Buenas tardes
ResponderEliminarDesde hace unos años estoy desarrolando una tesis doctoral sobre ecomuseos en España y estaría interesado en poder obtener más información de este proyecto. No sé si sería posible conseguir mayor información. Mi contacto es oscarnavajas@hotmail.com. Muchas gracias.
Un saludo
Óscar