Días atrás, por esto de las redes, leía unas reflexiones de
mi buen amigo Vicente Gallego en relación a como estaba afectando la crisis
económica a nuestro vecino Bailén. Un pueblo, una ciudad, que ajeno, como todos
los de su entorno, al buen dicho de los huevos en varias canastas los ha
cascado todos o casi todos.
A la sazón historiador contemporáneo y buen conocedor de las
cosas del día a día, venía a concluir con coger por los cuernos, aunque ya a
toro pasado, la explotación de las posibilidades socioeconómicas de las
conexiones viarias del centro sur peninsular. Pero ocurre que la dinámica que
ha menguado las grandes distancias, sobre el territorio ha agrandado los
espacios. Bailén, el eje Zodiaco-Parador, ya no es la parada obligatoria de los
’70. Lo que Bailén representaba ha ido creciendo y ahora es un triángulo que
tiene como vértices La Estación Linares-Baeza, el polígono del Guadiel y la
propia ciudad de Bailén. Algunas piedras, y no solo de las de inaugurar, se han
puesto, muy pocas. Pero es necesario que no volvamos a caer en los localismos
que nos han hecho multiplicar mini polígonos, micro institutos y demás. Es de
obligación que de una vez no nos manipule la mediocridad política y el
populismo y hagamos alguna cosa medio en condiciones, más aún en las
circunstancias que nadamos.
Superado el primer cuarto del siglo XIII era necesario la conquista real de los pasos de Sierra Morena y esto solo era posible haciendo que estas sierras dejaran de ser definitivamente “tierras de nadie”. Las herramientas: colonización real y control del territorio mediante camino, atalayas y equipamientos viarios, entre los que se contaban pueblos, ventas, puentes, fuentes y abrevaderos. En este sentido, el viejo castillo de “Bannos”, en creciente proceso de formación aldeana y dependiente del concejo de Baeza, toma un papel protagonista.
La población se agarra al terruño de la única forma posible, mediante una serie de fueros y derechos, como los que otorga un término privativo a Bannos, pero esto es otra cuestión. A los pies de la villa y parejo a la falla de Baños, se traza un vial empedrado que desde la Meseta baja al valle del Guadalquivir,
Tramo en el Camino Cascarrillo.
Tramo en el Camino Cascarrillo.
Detalle del empedrado.
Tramo en el Camino Romano.
Tramo de detalle en el Camino Romano.
Tramo en los Perales de "purita", junto al Camino de Andújar.
que salvan arroyos mediante puente y pasadas,
Vado del arroyo del Barranco, junto a Cantalasranas.
se horadan pozos y abrevaderos en cada uno de los cruces,
Pozo Nuevo, próximo a San Marcos y bajo el barranco del Huerto Lucero, en el cruce con el Camino de la Carrera del Caballo.
Pozo de los Charcones, en el cruce con Camino Palomar y la verea de Bailén (cañada merina).
se levantan torreones,
Camino empedrado de Majavieja y ermita de Jesús del Camino, cruce al Salcedo.
algunos en viejos cruces de caminos, quizá romanos, con raíces muy hundidas en el tiempo,
Villa romana del Santuario.
y con el tiempo, que todo
asienta, mudan a ermitas y santuarios,
Santuario de Nuestra Señora de la Virgen de la Encina.
y el tiempo, preñado de esfuerzos, pare la villa de
Baños de la Encina.