Bueno, volviendo al tema de la arquitectura en ruina, como el
mal alumno que siempre he sido, comenzaré la casa por el tejado.
Aunque algunas han sido las intervenciones más modernas,
bastantes son las evidencias antiguas que manifiestan la riqueza y variedad de
cubiertas que han caracterizado a esta esquina de la Cestería con Precipicio.
Así, desde arriba, podemos otear varios testigos del viejo tejado bañusco que
ha venido caracterizando las alturas, en algún que otro caso con ciertas
variantes y modificaciones.
En esta línea, nos encontramos con una cubierta a dos aguas siendo
la delantera mucho más corta y pendiente que la posterior. Esta estructura
viene condicionada por la distribución interna de la casona, donde la primera crujía
o portal, la que en su día estaba destinada a un uso menos privativo (hogar), presenta
en altura una oscura cámara o altillo (como manifiesta un mínimo ventanuco) ausente en la segunda (alcobas). La
acusada pendiente que gana el inmueble según avanza en profundidad, escalonada
desde la puerta de la calle hasta la salida al corral, fuerza una cubierta
trasera con algo más de caída que las casonas de la acera contraria cuyo fondo
se va elevando de la fachada al patio. El caso más significativo lo podemos apreciar algo alejado de
la misma esquina, en la casa de Mariano y Manuela “la rabiosa”.
Por frente, la casa de Rafael “el gordo de Pili” o la de Salvador el “calé”
son también claros ejemplos de este esquema de cubierta.
La casona que da forma a la misma esquina, segregada hoy en
tres unidades (Mónica, “el quiri” y una pequeña parte de la de Dioni “el percha”)
y sin presencia de cubierta, hundida, nos muestra rasgos de la que fuera su
forma original que, por otra parte, seguía los patrones descritos. Así lo
manifiestan las distintas alturas de los muros de carga que a duras penas,
entre diversas modificaciones (adaptación de parte de la cámara delantera a segunda
planta habitada), podemos apreciar: el faldón anterior (un agua) se ha
transformado a dos aguas elevando los
muros laterales y creando un caballete intermedio; por su parte, el muro
posterior se ha sobreelevado con materiales modernos (ladrillo) para
completar otra segunda planta posterior habitable, también con cubierta formada a doble
faldón.
Las casi totalidad de la casona de Dioni “el percha”,
estando en la misma línea constructiva, lleva hasta sus últimas consecuencias
la asimetría de los dos faldones llegando el anterior a desaparecer casi
totalmente. Del agua delantera, a modo
de reminiscencia, nos queda un mínimo testimonio, como podemos apreciar en la
fotografía.
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